La Tarde de la Desgracia La mañana en que el cuerpo de Alejandra "Locomotora" Oliveras aguardaba el reposo final, una noticia puso en pausa el dolor y el duelo. La Justicia de Santa Fe suspendió la cremación de la exboxeadora luego de una denuncia de Aldo Parodi, fisicoculturista mendocino, por la posible incidencia de esteroides y anabólicos en su muerte. El Enojo de Georgina Barbarossa Georgina Barbarossa, frente a las cámaras de su programa, no guardó su enojo al cruzarse telefónicamente con el denunciante: “A mí me va mal porque siento que usted se está colgando de una persona súper famosa, muy querida y metiéndose en la privacidad, de una manera espantosa, en un momento tan doloroso”, encaró con voz firme. La Denuncia Impactante Todo comenzó cuando Parodi presentó una denuncia que vinculaba la muerte de Oliveras con el uso indebido de anabólicos, argumento suficiente para que la cremación se detuviera. La escena cambió de golpe, de la resignación del adiós a la tensión judicial. El Enfrentamiento Telefónico “¿Por qué lo hace ahora?”, disparó Georgina al teléfono en vivo para desafiar al fisicoculturista. “Primero, yo no me cuelgo de nadie”, replicó Parodi, “segundo, hace treinta años que investigo esto. Cuando muchos aplaudían a Maradona, yo lo denunciaba para salvarle la vida. Investigue un poquito más de mí para saber que no me cuelgo de nadie. No me hace falta”, insistió. Las Preguntas Difíciles Pero la conductora siguió: “¿Y por qué no le salvaste la vida antes? ¿Por qué no hablaste con Locomotora? ¿Por qué no le dijiste: ‘Gorda, pará si estás consumiendo anabólicos’?” La Lucha Más Allá de lo Personal “El tema no es personal”, afirmó Parodi. “Mi lucha es contra la muerte, contra la droga. No es en contra de nadie en particular. La denuncia es de 2012, en Santa Fe. Interiorizate”, replicó convencido. Una Justicia Cuestionable “¿Por qué la Justicia no determinó nada mientras estaba viva y lo hace ahora?”, insistió la conductora, visiblemente afectada, como si la pantalla no pudiera contener la injusticia de un adiós interrumpido. “Tenés que preguntarle al fiscal y no enojarte conmigo”, respondió el fisicoculturista.